sábado, 25 de octubre de 2014

Cuento de la Flor No Me Olvides - IEP Martinik

Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores.


Y sucedió que una florecita pequeña le suplicó repetidamente con voz temblorosa:
-i No me olvides! ¡No me olvides!
Como su voz era tan fina, Dios no la oía. Por fin, cuando el Creador hubo terminado su tarea, pudo escuchar aquella vocecilla y se volvió hacia la planta. Mas todos los nombres estaban ya dados. La plantita no cesaba de llorar y el Señor la consoló así:
-No tengo nombre para ti, pero te llamarás "Nomeolvides".

Y por colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre. 

Así nació el "nomeolvides" o miosota, pequeña florecilla de color azul y rojo.


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