jueves, 30 de octubre de 2014

Extracto Diseño Curricular Educativo EBR - IEP Martinik



DISEÑO CURRICULAR NACIONAL DE LA EDUCACIÓN BÁSICA REGULAR

La Educación Básica se organiza en:

1.         Educación Básica Regular (EBR),
2.         Educación Básica Especial (EBE) y
3.         Educación Básica Alternativa (EBA).


ORGANIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN BÁSICA REGULAR

La Educación Básica Regular es la modalidad que abarca los 3 niveles de Educación.

1.         Educación Inicial,
2.         Educación Primaria y
3.         Educación  Secundaria

Está dirigida a los niños y adolescentes que pasan oportunamente por el proceso educativo.


OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN BÁSICA:

a)        Formar integralmente al educando en los aspectos físico, afectivo y cognitivo para el logro de su identidad personal y social, ejercer la ciudadanía y desarrollar actividades laborales y económicas que le permitan organizar su proyecto de vida y contribuir al desarrollo del país.
b)        Desarrollar capacidades, valores y actitudes que permitan al educando aprender a lo largo de toda su vida.
c)        Desarrollar aprendizajes en los campos de las ciencias, las humanidades, la técnica, la cultura, el arte, la educación física y los deportes, así como aquellos que permitan al educando un buen uso y usufructo de las nuevas tecnologías.


NIVELES DE LA EDUCACIÓN BÁSICA REGULAR:

Son períodos graduales articulados del proceso educativo:

a) Nivel de Educación Inicial
      

       La Educación Inicial atiende a niños menores de 6 años y se desarrolla en forma escolarizada y no escolarizada.
     
       Promueve prácticas de crianza con participación de la familia y de la comunidad; contribuye al desarrollo integral de los niños, teniendo en cuenta su crecimiento físico, afectivo y cognitivo. El Estado asume sus necesidades de salud y nutrición a través de una acción intersectorial.
    
       La Educación Inicial se articula con la Educación Primaria asegurando coherencia pedagógica y curricular, pero conserva su especificidad y autonomía administrativa y de gestión.

b) Nivel de Educación Primaria

c) Nivel de Educación Secundaria


CARACTERIZACIÓN DE LOS CICLOS DE LA EBR

El artículo 28° de la Ley General de Educación, Nº 28044, establece que el sistema educativo se organiza en ciclos, es decir, procesos educativos que se desarrollan en función de logros de aprendizaje. 

La Educación Básica Regular se organiza en siete ciclos que se inician en el nivel de Educación Inicial, en el cual se configuran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, que en las sucesivas fases de la vida se integrarán y consolidarán; pasando por la primaria y culminando en la secundaria. 

El ciclo, como unidad temporal básica, comprende una organización por años cronológicos y grados de estudio, considerando las condiciones pedagógicas y psicológicas que los estudiantes tienen según el desarrollo evolutivo, para el logro de sus aprendizajes desde una perspectiva de continuidad que asegure la articulación de las competencias que deben desarrollar los estudiantes.



En el proceso de desarrollo de las competencias, la influencia de los contextos, los estímulos culturales, la lengua, así como las condiciones internas y externas provenientes de la institución educativa, de los agentes educativos y de la realidad misma, influyen en los estudiantes. Del mismo modo, juegan un rol fundamental las características propias de la persona que aprende, sea su estado nutricional, su maduración neurológica, el estado emocional, y los procesos endocrinos. Es por ello que la institución educativa requiere identificar con claridad cuáles son las características de cada ciclo, y reconocer esa diversidad de estudiantes que tendrá en cada uno de ellos, para poder atender a todos respetando sus diferencias.


I CICLO

Durante el primer ciclo, el desarrollo de los niños está marcado por el inicio del proceso de individuación, lo cual los llevará a la identificación de sí mismos como seres únicos. En estas primeras experiencias de vida, de conocer el mundo, de placeres y disgustos, van a ir ajustando sus ritmos biológicos a las rutinas del ambiente familiar, desarrollando diferentes competencias básicas para la vida. En este sentido, los niños comparten la necesidad de una atención individualizada debido a su dependencia con los adultos; esto requiere de una intervención educativa orientada a favorecer la expresión de las necesidades, deseos y emociones de los niños y a que las puedan identificar. Además de permitirles explorar y transformar su entorno, lo cual los llevará a una progresiva autonomía en las rutinas y actividades cotidianas.

Dicha intervención debe procurarles la atención a sus necesidades básicas de salud, higiene, alimentación y afecto, que constituyen la base para su desarrollo armónico, así como la promoción de la exploración autónoma en un ambiente de seguridad física y afectiva.

La culminación de este ciclo, al finalizar los dos años de edad, se basa en que en esta etapa se cumple un período importante del desarrollo, se consolidan procesos que comenzaron a configurarse desde los primeros meses con el desarrollo de una mayor autonomía e identidad y van manifestando mayor interés por integrarse y participar progresivamente en pequeños grupos, habiéndose iniciado en la simbolización a través del lenguaje y el desarrollo, importantes habilidades y coordinaciones motoras gruesas y finas.

II CICLO


Considera el período desde los tres hasta los cinco años. Se estima que en torno a los tres años los niños han alcanzado un desarrollo evolutivo que les permite participar de manera más independiente y activa de una mayor cantidad y variedad de experiencias educativas, integrándose a grupos más grandes o con niños mayores.

Se produce un cambio significativo en sus necesidades de aprendizaje, debido a una mayor autonomía en relación a los adultos, capacidad de integrarse con otros y expansión del lenguaje.

En esta etapa, los niños han logrado mayor dominio, control y coordinación sobre sus movimientos y una mayor conciencia acerca de las características y posibilidades de su cuerpo, lo que les permite sentirse más seguros y confiados.

El desarrollo de su pensamiento les permite establecer relaciones lógico-matemáticas y desarrollar significativamente y de diversas maneras la capacidad de comunicación; habiendo logrado diferenciarse y avanzar significativamente en la construcción de su identidad, pueden ampliar y diversificar sus relaciones interpersonales. En esta etapa, los niños han logrado mayor dominio, control y coordinación sobre sus movimientos y una mayor conciencia acerca de las características y posibilidades de su cuerpo, lo que les permite sentirse más seguros y confiados.

El carácter educativo de este ciclo permite sentar las bases del desarrollo cognitivo y social posterior para prevenir el fracaso escolar; por ello es importante incrementar el acceso a Educación Inicial y compensar las desventajas que presentan los niños de entornos desfavorecidos.

En este ciclo se busca que desarrollen capacidades comunicativas, que les permitan afianzar el proceso de adquisición de su propia lengua y de su acercamiento a otras lenguas (materna y una segunda lengua). Así mismo, que desarrollen experiencias afectivas, sociales, culturales y de convivencia que contribuyan a su desarrollo integral, y al logro progresivo de una mayor autonomía personal a fi n de aplicar lo aprendido a situaciones de la vida cotidiana.

III CICLO
IV CICLO
V CICLO
VI CICLO
VII CICLO


LA TUTORÍA EN LOS NIVELES EDUCATIVOS

En educación inicial y primaria la tutoría es responsabilidad del docente de aula y se realiza de manera permanente y transversal a todas las actividades pedagógicas.

En el nivel Inicial se debe:

1.         Favorecer la diversidad de experiencias en los niños y aportar al fortalecimiento de su seguridad y autoestima.
2.        Observar a los niños para comunicarse de manera permanente con las familias contribuyendo a la crianza de sus hijos.


ESCALA DE CALIFICACIÓN EBR

 HORAS DE ENSEÑANZA

Las Instituciones Educativas públicas y privadas desarrollan un determinado número de horas según el nivel educativo. En el caso de Educación Inicial deben acumular 25 horas pedagógicas semanales haciendo un total de 900 horas anuales,

Las horas  de estudio citadas son consideradas como mínimas, y las instituciones educativas pueden ampliar la jornada de estudios según sea el caso.


SIETE PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN INICIAL

Las necesidades básicas de cuidado y protección y las necesidades de desarrollo y aprendizaje organizan los 7 principios del enfoque del nivel Inicial a tener en cuenta en todas las acciones educativas:

PRINCIPIO DE UN BUEN ESTADO DE SALUD:

Todo niño debe gozar de un buen estado de salud física y mental. El cuidado de la salud en los primeros años de vida, supone la atención a un desarrollo físico y mental armónico con su  entorno social que le proporcione bienestar. Todo niño desde el momento de su nacimiento debe tener un control periódico y oportuno de su salud, aplicación de vacunas para prevenir enfermedades calendario de desarrollo a partir de las señales de crecimiento y maduración.

Un niño saludable es quien goza de una adecuada nutrición, higiene y buen trato.

PRINCIPIO DE RESPETO:

Todo niño merece ser aceptado y valorado en su forma de ser y estar en el mundo. Cada niño es una persona única con su propio ritmo, estilo, momento y procesos madurativos para aprender y desarrollarse. Respetar al niño es saber identificar sus características, ritmo y estilo de aprender. El docente debe saber elegir acciones educativas oportunas sin apresurarlos ni presionarlos.

PRINCIPIO DE SEGURIDAD:

Todo niño tiene derecho a que se le brinde seguridad física y afectiva. Tanto en el hogar como en otros espacios educativos es necesario limitar el número de personas que lo atienden directamente y asegurar la continuidad de su presencia. Se requiere compromiso con una relación cálida y respetuosa que, de forma inteligente, reconozca e interprete sus necesidades. El momento de la atención y cuidados es privilegiado para establecer una relación afectiva a través de actitudes que favorecen las condiciones necesarias para un buen desarrollo. La necesidad de estabilidad en los niños de 0 a 3 años, requiere de un espacio que le sea familiar por lo que en este período deberá privilegiarse el hogar. Así mismo, de un espacio físico amplio y seguro donde se desplace en forma libre y autónoma.

PRINCIPIO DE COMUNICACIÓN:

Todo niño debe expresarse, escuchar y ser escuchado.
Todo niño necesita comunicarse y para hacerlo recurre al lenguaje verbal y no verbal. Docentes y promotores educativos comunitarios deben acercarse a esta forma de comunicarse y establecer diálogo con los niños.

PRINCIPIO DE AUTONOMÍA:
Todo niño debe actuar a partir de su propia iniciativa, de acuerdo a sus posibilidades. Los niños, si se les permite son capaces de hacer cada vez más cosas y por tanto valerse por sí mismos. Son capaces de agenciarse para resolver pequeñas tareas y asumir responsabilidades con seriedad y entusiasmo como el cuidado de uno mismo, alimentarse, ir al baño, entre otros. El adulto debe favorecer su autonomía sin interferir en las iniciativas de los niños, salvo cuando éstas representen un peligro.

PRINCIPIO DE MOVIMIENTO:

Todo niño necesita libertad de movimiento para desplazarse, expresar emociones, aprender a pensar y construir su pensamiento. El movimiento es fundamental durante los primeros años de vida, especialmente porque está relacionado al desarrollo de sus afectos, a la confianza en sus propias capacidades y a la eficacia de sus acciones. La libertad de movimiento es para el niño, la posibilidad, desde que nace, de interrelacionarse con su entorno para descubrir y experimentar con todo su cuerpo sus propias posturas y acciones motrices. A través del movimiento su cuerpo experimenta sensaciones con las que aprende a regular sus impulsos. La libertad de movimiento requiere de un espacio adecuado, vestimenta cómoda, suelo firme y juguetes u objetos interesantes para él. A partir del desarrollo motor se sientan las bases de su desarrollo intelectual.

PRINCIPIO DE JUEGO LIBRE:

Todo niño, al jugar, aprende. Por su naturaleza eminentemente activa, los niños necesitan el juego para construir su propia subjetividad e identidad. A temprana edad, el juego es  particularmente corporal y sensoriomotor, lo que permite el desarrollo de la motricidad, estructuración de su esquema corporal y del espacio, así como el conocimiento y la  comprensión progresiva de la realidad. Es vehículo.

En los primeros años, el juego debe ser libre, espontáneo, creado por el niño y a iniciativa de él. El niño puede y sabe jugar con sus propios recursos, sin embargo necesita de un adulto que lo acompañe y prepare las condiciones materiales y emocionales para que pueda desplegar su impulso lúdico en diferentes acciones motrices.

Los niños, al jugar, aprenden; es decir, cuando un niño actúa, explora, proyecta, desarrolla su creatividad, se comunica y establece vínculos con los demás, se está desarrollando y, en definitiva, transforma el mundo que lo rodea: en esto consiste el aprendizaje.



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